Que nadie me busque cuando ni yo misma me encuentro


Qué fácil sería si existiera un lugar
Al que poder ir cuando no soy yo
Un lugar hecho de eco y espejo
De despigmentación y desfragmentación
Donde no tuviera que elegir yo misma
La música con la que voy a curarme

Porque a veces
No soy yo
A veces pierdo todos mis sentidos
Pero me lleno de colores y de letras
De voces, de máscaras
Revoloteando en mí como un enjambre enfurecido de abejas
Y en ese momento, ya no soy yo
Porque no soy nada
Y a la vez, todo.

Y como la sociedad
Con su enorme martillo forjado
Exige que en todo momento seamos algo que mostrar
Me apresuro y como el que se viste rápido y a ciegas
Me convierto en palabras huecas
Para no hacer daño
O en palabras huecas
Para hacer todo el daño posible

Y es antes, y no después
Que sería todo mucho más fácil si existiera un lugar
Al que poder correr
Para dejar de sentirme perseguida por buitres
Para sentarme y sentirme en casa
Para abrazarme fuerte y decir
“Ey, tranquila, aquí estás a salvo.
Respira
Puedes quedarte todo lo que quieras”

Y sería entonces que recobraría mi vista
Vería toda la sangre
Los cortes, la tierra, las plumas
Y tras una ducha de agua caliente
De las que duran exactamente lo que necesitas
Descansaría y escribiría
Cantaría y haría pan sólo para olisquearlo
Y mientras tanto
Iría analizando y devolviendo
Molécula por molécula
Todo a su sitio

Poco a poco los mantras
que constantemente me repito
Recobrarían su sentido
“Qué está ocurriendo
Por qué lo siento así
Qué necesito hacer con ello”

El cementerio está infestado de naufragios
Por olvidar quién es el capitán de nuestro barco
Por elegir reír los sábados y llorar los domingos
Por rendirnos a nuestra propia combustión

¿Cómo cuidar de los demás
Si ni siquiera sabemos cuidar de nosotros mismos?
¿Cómo escuchar a los demás
Si, en vez de escucharnos,
Nos amordazamos y destruimos?

A veces somos impulsos
Somos ego
Y por eso es importante buscar ese lugar
En el cual tener tiempo para querernos
Porque mis cimientos son de ladrillo
Y mis ladrillos, de decisiones
Y mis decisiones soy yo
Sólo yo

Y sí, me gusta,
Me gusta cómo me escucho
Y me gusta cómo me quiero.

Aunque realmente, sea la única persona
A la que a día de hoy
Le debo todavía cientos de disculpas y explicaciones.

SIGA LEYENDO