El filólogo que susurró a una ardilla



Ese ronroneo inseguro que me sugiere que apague el mechero y juegue en la arena cuando nado entre mares de amoniaco.

¿Quién eres, chico pelirrojo? Estás despertando en mí sensaciones que ya daba por muertas...

SIGA LEYENDO

Al menos mírame a la cara cuando te hablo




Me he envuelto el corazón en papel de fumar, porque por lo visto no cabe en tu grinder...



Y pienso fumármelo yo solita y en tu puta cara. Así, a cara perro.

SIGA LEYENDO